viernes, julio 28, 2006

danimix #11-15 (iii) o cómo Tom Waits tiene vello en el pecho

Después del avasallador éxito de mi post del árbitro chistoso, regresemos a la música.

ejem....

pues va.

Tom Waits - Jersey girl (Heart attack and vine, 1980)

Pues sí, Tom Waits podrá ser un hombresote, pero también tiene su corazoncito. Olvidemos por un momento que Bruce Springsteen le usurpó la canción (no es que lo culpemos) y las visiones sacrílegas de Ben Affleck y Jennifer López que Kevin Smith asoció con su nombre gracias a la película homónima (¡gracias!). Jersey Girl es, antes que nada, una canción de Tom Waits. Por mucho su canción más optimista e inofensiva. No es otra cosa que este borracho neoyorquino irredento hablando hablando de estar enamorado de su Nena de Nueva Jersey, lo bien que se siente estar enamorado de ella, que sabe que algún día aceptará su anillo, y cómo la va a llevar a la feria de Coney Island el sábado en la noche y se van a subir a todos los juegos. Pero por simple que parezca, es una de las canciones de amor más llegadoras que yo he escuchado. ¿Cómo se puede uno resistir a una voz como la de Tom Waits proclamando a los cuatro vientos que ama a su chica (shalalalalala)?

Lo chido es que cualquiera reconoce esta onda de enamoramiento idealizado, ya que tooooooodos hemos pasado por ahí. Sustituyendo Coney Island por Mundo divertido o lanchitas en el Parque de la Amistad (o su equivalente, pa' los foráneos).


Tom Waits - Goin' out west (Bone machine, 1992)

Ya con Jersey girl (y con Ruby's arms previamente) hablamos de Tom Waits en modo baladista, pero lo de Rain dogs para acá no tiene madre. Sobre todo Bone Machine. Esa metamorfosis de ebrio romántico de voz rasposa con su pianito y su gabardina a ebrio decadente de voz rasposa pegándole a sartenes gruñendo sobre el fin del mundo y proclamando que tiene vello en el pecho es nada menos que impresionante. Y no sólo cambió el look y la perspectiva, sino su repertoir y hasta cierto punto su sensibilidad. Digo, de repente nos sigue honrando con las baladitas, pero, por ejemplo, Goin' out west es la canción más, ejem, varonil que he oído. Obvio, ese era el chiste, pero esos gruñidos no dejan de darme cosquillas en lugares impropios.


I don't need no makeup, I got real scars.
I got hair on my chest, I look goooood without a shirt.


Brrrrrr... Pero bueno, no digo que todo el disco sea un viaje de testosterona rampante, sólo quería destacar ese giro a una personalidad musical mucho más agresiva y amenazante. Y pocas canciones tan amenazadoras como esta. Me imagino a un personaje como Marv de Sin city cantándola (y NO por el parecido físico, sino por lo emasculadoramente viril).

Ahora, vayamos al lado opuesto del espectro y, celebrando a la mejor voz chillona del mainstream, inauguremos la sección llamada La Ubicuidad de Thom Yorke.

Sparklehorse y Thom Yorke - Wish you were here (Essential interpretations, 1998)

En algún lado escuché que la voz de Thom Yorke en esta canción fue grabada a través de un teléfono. No sé, la verdad no me suena... Suena distante y como velada (velada como en "detrás de un velo"), lo cual contribuye con el sentimiento melancólico que ya de antemano tiene la canción. Y es que admitámoslo, difícilmente puedes chingar una canción que de entrada es tan buena como Wish you were here. Sparklehorse y Thom Yorke nomás la "actualizan"; muy bien, por cierto. Digo, nada nuevo, pero la interpretación un poco más sedada es tan dolorosa como la versión original de Pink Floyd. Tiene su encanto, cómo no.

Drugstore y Thom Yorke - El president (White magic for lovers, 1998)


Y siguiendo con las intervenciones inesperadas de Thom Yorke, acá canta con Drugstore sobre el golpe militar chileno de 1973, haciendo una velada (de nuevo) alusión a la intervención de la CIA en el evento (It came from the skies, it bursted through the gates). Según dicen. Pero sí, nunca había oído detenidamente la canción -es más fácil dejarse llevar por la embriagante melodía y las dulces vocalizaciones (aaahh)- pero evidentemente sí se refiere a eso (lo de la CIA). Lo que me confunde es el "ellos" (mataron al presidente) y el "yo" (tan sólo soy un hombre). En fin. Me disculparán los chilenos, pero fuera de alguna (que ni siquiera puedo recordar) de Los Tres, no conozco otra canción que se refiera directamente a este evento en específico, y como en realidad sí está muy buena, por lo menos como curiosidad no sobra.

Pero bueno, ya tendremos más entradas en La Ubicuidad de Thom Yorke (porque tan sólo es un hombre); ahora, demos paso a la sección Clásicos© De Ayer y Hoy, y así desafanamos de putazo tres rolitas que son de cajón.

Joe Cocker - With a little help from my friends (With a little help from my friends, 1969)

Psssss, Joe Cocker, por supuesto. Como a muchos otros integrantes de la Generación Y o Z o lo que sea, mi primer exposición a esta canción fue acompañando al pedantísimo voiceover de "Los años maravillos", que ponían los sábados a mediodía en la tele. Ni me gustaba el programa, pero la canción quedo grabada en subconsciente. Los años pasaron, el rock (léase rrrraawk) entró en mi vida, y como tarde o temprano Joe Cocker se iba a cruzar en mi camino, tras el flashback de nostalgia ajena apropiada pude escuchar algo más que los primeros treinta segundos de la canción, y fue descubrir una voz absolutamente diferente y con muchos más cojones de lo que uno, sensible puberto, estaba acostumbrado. Pero lo chingón es que ahora, con muchos más años de por medio, la canción no pierde fuerza, al contrario, mejora cada vez que se escucha; y aunque el señor nunca volvió a cantar con tantos tanates (o bueno, quizá lo hizo, pero nunca una canción tan buena), ahí queda With a little help from my friends como el testamento definitivo de la arrolladora intensidad de mi segundo J. Cocker favorito. Faltan muchos años para que haya una canción tan popular con una voz así.

Led Zeppelin - Stairway to heaven (Led Zeppelin IV, 1971)

El Clásico© más clásico© de los clásicos©. Ya me metí en camiseta de once varas; ¿qué carajos puedo decir de Stairway to heaven? Para no olvidar, puedo recordar un inolvidable (je) episodio de South Park...


... O lo de los conjuros infernales si la tocas al revés (¡un saludo para mi homie Sergio el bloggero!)

... O una lista de covers de la canción, que incluye uno de un tal Little Roger and the Goosebumps, donde cambia la letra por algo relacionado a la Isla de Gilligan. Ahem. Ah, y acá el video de otro cover de nuestro mejor ajonjolí de todos los moles, Frank Zappa.

... O un clip (de audio) de Robert Plant donde habla (entre otras cosas) de la canción, su concepción, y los mentados covers.

Pero bueno, el punto es que Stairway to heaven (juar juar) es para muchos la canción más grandiosa de la historia del rock, e independientemente de lo que yo (o tú, para el caso) opine de ella, su impacto y magnitud son francamente inconmesurable; es algo así como un ente que rebasa a sus creadores, convirtiéndose en un símbolo no de una generación, sino de toda una era y una manifestación artística que de algún modo desafió el status quo y terminó abanderando un aquí y un ahora. Pero bueno, lo chingón, y además de las docenas de interpretaciones (de la letra) que se puedan hacer, es que la conjunción de todos los elementos de la canción resultan en una resonancia impresionante, identificable para cualquiera. Un posmodenismo artístico canonizado, le llaman por acá.

Ya ni sé que estoy diciendo.


AC/DC - Highway to hell (Highway to hell, 1979)

Jo jo jo, qué listillo soy: de la escalera al cielo a la autopista al infierno (juro que no fue a propósito). Highway to hell es LA canción para escucharse a todo volumen, headbangeando (je), de preferencia en un carro (por lo de la carretera, pues). Además de lo infecciosa y decididamente Rocanrolera y Desmadrosa, con el tiempo se ha convertido en una especie de visión fantástica del mito del Rock en su acepción más umm.. roquera. Vivir rápido, morir joven. Igualito que yo. Pero sí, Highway to hell es algo así como un himno que representa esa figura de leyenda (otra vez la burra al trigo), interpretada por la encarnación del mito (al menos Bon Scott, que murió un año después de la canción -dice la leyenda- ahogado en su propio vómito, el tipo de fallecimiento más glamoroso del rock). Estoy consciente que es posible que en Rutilante technicolor nos pongamos medio mamoncitos con la música a veces (nótese el plural), pero nos suscribimos (al menos intermitentemente) a este estigma nihilista que acompaña al rock en su nivel más "esencial": Sexo drogas y rocanrol, y con rumbo a la fiesta más cabrona del mundo (es que mis amigos van a estar ahí).

Pero en fin, lo más probable es que ni me dejen entrar. Mejor hablemos de algo más cercano a nosotros bloggers: ¡Sexo con ancianos!

Pulp - Help the aged (This is hardcore, 1997)

Ya, lo prometo, la última en un buen rato de This is hardcore. Pero ahora que lo pienso, en realidad si puede tener que ver con lo que mencionaba de AC/DC. Como muchas canciones de Pulp, en el fondo Help the aged habla de la eventual extinción de todo lo que consideramos querido (es curioso como todo termina cayéndose), y tácitamente habla de (alerta de cliché) aprovechar y vivir el momento. Recalcando, también, que un anciano puede enseñarte cosas nuevas en la cama (aunque se vea medio tosco). Pero bueno, tiene más que ver con el miedo a envejecer y quedar solo que con vanagloriarse de la juventud (como All the young dudes o My generation). Eso es lo que más me gusta de Jarvis Cocker y Pulp (y que se me hace que me estoy proyectando), esa aplastadora inseguridad e incertidumbre.

Help da muthafuckin aged, por cierto.


Red hot chili peppers - Higher ground (Mother's milk, 1989)

Por mucho, mi canción favorita de los Chili Peppers (original de Esteban Maravilla) de su era predominantemente funky (y roquera y desmadrosa y blablabla). Lo curioso es que habla de algo así como tratar de ser mejor en todo lo que uno hace y de un rollo espiritual relacionado con la reencarnación (qué tal para dar un giro). Hay de todo en los caminos del señor, eso que ni qué.

Aterciopelados - Juégale, apuéstale (Tributo a Queen, 1996)

Pero de todas las canciones alivianadas y buena onda, Play the game de Queen se lleva el pastel. Y la versión desquiciadamente alivianada de los Aterciopelados da en el clavo. Cuánto amor por todos lados. Casi pareciera que es original suya. Pero bueno, ese es el encanto de estos weyes. Es uno de los covers más *apropiados* (digamos) que existan. En fin, es una canción preciosa (y una versión aún mejor), pero no hay mucho que ver por acá. Avanzando…

Moby - Honey (Play, 1999)

Ah, qué coincidencia. El pelón "espiritual" y vegetariano más querido por todos. Recuerdo el putazo que era por pimera vez darle play a Play (jojojo) y escuchar esta cosa extrañísima que es Honey. Digo, nadie está libre de tener influencias, pero que me parta un rayo si yo había escuchado algo remotamente similar a esto. Y pues sí, especialistas podrán identificar mil géneros ahí metidos, pero la frescura que Moby le imprime a toda su música (haciéndola distintivamente suya) hace parecer que encontró el hilo negro. Es un viajesote oírlo en vivo, por cierto.

when my honey comes back, sometimes
i'm gonna rap that jack, sometimes
get a hump in my back, sometimes
i'm going over here, sometimes

(¡ya mero acabamos!)

Café Tacuba y David Byrne - Yolanda Niguas (Red hot + latin: silencio = muerte, 1997)

Esta es todo un mexican curios. ¡Café tacuba y David Byrne! La pareja perfecta. Y no defraudan. Otra canción extrañísima, que viene siendo como una regresión (muy disfrutable) al primer disco de Café tacuba.

My only friend is el reventón!

No tengo ni puta idea de qué esté hablando esta gente, creo que tiene que ver con el miedo a que te agarren robando y con la razón por la cual they like el despapaye. Toda una excentricidad que de alguna manera tiene sentido al final.


Frank Zappa - Bobby Brown (Sheik Yerbouti, 1979)

Y por último, el excéntrico de los excéntricos cantando sobre el sueño americano.

Rápido un resumen: Zappa es Bobby Brown, el chico más guapo de la ciudad, con dientes blancos y un carro deslumbrante, que hace que las porristas le hagan la tarea para luego -quizá- violarlas. Un hijoputa guapo, que va a obtener un buen trabajo y ser muy rico. Pero luego llegó la "liberación femenina", y hombre, he de decirte, Bobby no estaba listo, hasta que se cogió una lebiana llamada Freddy.

Por alguna razón que no me queda del todo clara, le acabó cortando las bolas, pero dejó la verga, y suponemos que sigue conectada pero se dispara muy rápido. Lo bueno es que Bobby es el sueño americano, aunque ahora huele a vaselina y no sepa bien si es un chico o una dama (me pregunto...). Entonces Bobby, que ya agita la feria pero sigue siendo medio guapillo, obtuvo un trabajo haciendo promos en la radio (y ninguno de los jockeys se ha dado cuenta que es puto).

Eventualmente, Bobby y un amigo como que se dejaron llevar a sadomasoquismo; ya aguanta como una hora en la "torre de poder" (sea lo que sea que eso sea), mientras le toque un pequeño "baño dorado" (ese sí saben qué es, marranos). Pero oh, Dios mío, Bobby ES el sueño americano (con un "spindle" en el culo hasta que lo haga gritar); y haría lo que fuera por lograrlo, incluso pasaría (hipotéticamente) noches enteras diciendo "gracias, Fred". Pero oh, Dios mío, es tan fantástico (¡gracias a Freddy, Bobby es sexualmente espástico), y su nombre es Bobby Brown. Y su nombre es Bobby Browwwwwwwn.

Sin comentarios.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es "La espada y la pared" la de los Tres.... creo.
Debo decir que te faltaron muchisisimas cosas terrorificas que decir de Stairway to Heaven, que tendre que contar en mi propio espacio de "Sergio el bloggero", preparense que estara tambien por ahi "Hairway to Steven" de los Butthole Surfers que tiene sus cosas tenenbrosas tambien.

Sergio el bloggero

bitxuverinosa dijo...

si te apetece pasarte por la máquina de huesos, aquí puede usted enterarse de todo lo que concierne a tom waits, ese macho de pelo en pecho

http://maquinadehuesos.blogspot.com

y si no, pues nada

siga usted siendo muy malo